Las comunidades se han dado cuenta de la disminución de los recursos hídricos y han expresado su deseo de reforestar las zonas donde «nace el agua». Desde 2016, se han plantado más de 700 000 árboles nativos.
La mayor parte de la plantación se realiza durante las «mingas», que en Pasto significa «días comunitarios en los que las familias y los vecinos se reúnen con un fin común».